Frente a la grave crisis climática que estamos viviendo, aquí te presentamos cinco medidas fundamentales que podrían salvar millones de vidas cada año. Averigua cómo estas acciones podrían cambiar el curso de la salud y el medio ambiente a nivel mundial.
La crisis climática no se puede negar; está afectando al mundo en múltiples formas. Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con más de 100 organizaciones y 300 expertos, ha recomendado cinco acciones que podrían causar un impacto notable en la salud mundial.
Estas recomendaciones incluyen la implementación de sistemas de alerta para prevenir problemas de salud causados por el calor extremo, la electrificación con energía limpia en los centros de atención primaria, y mejorar el acceso al agua potable y el saneamiento. También sugieren fomentar el uso de energías renovables en los hogares y eliminar los subsidios a los combustibles fósiles estableciendo impuestos sobre ellos.
Impacto de las medidas climáticas en la salud global
Según el informe de la OMS, aplicar estas estrategias puede salvar casi dos millones de vidas cada año. La presentación de esta investigación se realizó antes de la 29ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 29), un encuentro importante que tendrá lugar en Bakú, Azerbaiyán.
La deforestación y la quema de combustibles fósiles son factores determinantes que intensifican el cambio climático, ya que liberan gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el metano que elevan las temperaturas globales. Además, las prácticas de agricultura intensiva y el crecimiento urbano también contribuyen a este problema.
Consecuencias del cambio climático en la salud
Los efectos del cambio climático en la salud pueden ser directos e indirectos. Por ejemplo, las olas de calor extremo están vinculadas a un incremento de enfermedades cardiovasculares y respiratorias. En 2023, se registraron 50 días adicionales de calor extremo, afectando principalmente a las poblaciones más vulnerables.
La contaminación del aire, agravada por los combustibles fósiles, representa un peligro significativo para la salud, favoreciendo enfermedades como el asma y el cáncer de pulmón. Además, el cambio climático facilita la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y la malaria, ya que los mosquitos encuentran zonas más propicias.
“El futuro dependerá de lo que hagamos en el presente”, afirmaba Mahatma Gandhi, y este principio nunca ha sido tan relevante como en el contexto de la crisis climática que enfrentamos hoy. Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y más de 100 organizaciones subrayan la urgencia de adoptar medidas concretas para mitigar los efectos devastadores del cambio climático en la salud humana.
Las estrategias propuestas, desde instalar sistemas de alerta temprana hasta eliminar subsidios a los combustibles fósiles, no son solo intervenciones sanitarias; son un llamado a la acción global para preservar nuestro planeta y nuestra especie. La estimación de salvar casi dos millones de vidas anuales es un testimonio poderoso de cómo la acción climática es, en esencia, una política de salud pública. En la víspera de la COP 29, este reporte debe servir como un recordatorio de que el tiempo para la acción decisiva es ahora. La salud de nuestro planeta y de sus habitantes depende de las decisiones que tomemos hoy.