Con la llegada del otoño, las castañas se convierten en protagonistas de muchas mesas. Pero, ¿sabías que además de ser deliciosas, estas frutas secas tienen grandes beneficios para la salud, especialmente para las personas con diabetes?
Las castañas son un alimento típico de la temporada de otoño. Muy apreciadas por su sabor, son versátiles en la cocina y pueden ser utilizadas tanto en recetas dulces como saladas. Son altamente recomendadas para quienes sufren de diabetes. La dosis aconsejada es de unos 50 gramos diarios, lo que equivale a 5-6 castañas, para aprovechar al máximo sus propiedades. La forma más saludable de consumirlas es hervidas.
Incluir esta cantidad de castañas en tu alimentación cotidiana, durante la temporada en la que están disponibles, puede aportarte múltiples ventajas. Aquí te presentamos cinco razones para incorporar las castañas hervidas en tu dieta diaria:
Beneficios de consumir castañas hervidas
Las castañas son ideales si estás a dieta. Son saludables no solo por su composición, sino porque son saciantes. Su contenido de fibra y carbohidratos complejos, junto con su bajo contenido en grasas (apenas 2%), las hace perfectas en dietas de control de peso. Además, se absorben lentamente, evitando picos de glucosa ya que tienen poco azúcar simple. El método de cocción influye en su aporte calórico: 100 gramos de castañas hervidas aportan 120 Kcal, las asadas 190 Kcal y las secas 300 Kcal. Por esto, es preferible consumirlas hervidas.
Éstas también fortalecen dientes y huesos, gracias a su contenido en calcio, fósforo y magnesio, fundamentales para mantener la salud ósea y dental.
Cómo las castañas pueden beneficiar a personas con diabetes y al corazón
Las castañas también son beneficiosas para el sistema nervioso. Ricas en minerales y vitaminas del grupo B, como la vitamina B6, las castañas ayudan al buen funcionamiento del sistema nervioso y a prevenir enfermedades neurológicas.
Para las personas con diabetes, las castañas son ideales pues sus carbohidratos se absorben lentamente, evitando subidas bruscas de insulina. Se recomienda no exceder el consumo de 5-6 castañas al día.
Finalmente, tienen efectos positivos en el corazón. Contienen pequeñas cantidades de grasas saludables, como los ácidos grasos omega 6 y omega 3, esenciales para el organismo. Además, siendo de origen vegetal, no contienen colesterol.
¿Existen casos donde se deba evitar su consumo? En general, no hay contraindicaciones graves para quienes están sanos, siempre que se consuman correctamente. Sin embargo, por su alto contenido en fibra, podrían no ser adecuadas para quienes sufren de síndrome del intestino irritable o problemas gastrointestinales. También deben ser evitadas por personas alérgicas.
“Somos lo que comemos”, afirmaba el filósofo alemán Ludwig Feuerbach, subrayando la importancia de nuestra alimentación en la definición de nuestra identidad y salud. En este contexto, las castañas emergen no solo como un símbolo de la estación otoñal, sino como un verdadero aliado para nuestra salud, especialmente para aquellos que buscan alimentos beneficiosos dentro de una dieta equilibrada o para personas con diabetes.
El hecho de que las castañas sean más saludables cuando se consumen hervidas es un recordatorio de que, a menudo, la preparación de los alimentos puede influir tanto como la elección de estos. Este fruto seco, con su bajo contenido en grasas y su riqueza en minerales y vitaminas, nos muestra que la naturaleza ofrece opciones valiosas para cuidar de nuestro bienestar físico, reforzando la idea de que una dieta consciente puede ser nuestro mejor medicamento. Así, las castañas no solo nutren nuestro cuerpo, sino que también alimentan la reflexión sobre el impacto de nuestras elecciones alimentarias en la salud.