Butterball innova con un pavo ‘del congelador al horno’ que cambiará tu forma de cocinar

¿Tienes ganas de disfrutar de un Día de Acción de Gracias sin tantas complicaciones en la cocina? Descubre la nueva opción de Butterball que te permite cocinar el pavo directamente del congelador al horno. ¡Disfruta más tiempo con los tuyos y olvídate de la descongelación!

La preparación del pavo suele ser uno de los mayores retos del Día de Acción de Gracias. Descongelar el ave requiere días de anticipación, lo cual puede ser un verdadero inconveniente.

Este año, Butterball ha lanzado una solución innovadora para simplificar las cosas. Su nuevo pavo entero premium está diseñado para ir directamente del congelador al horno, haciendo más sencillo preparar el plato principal de esta festividad.

Pavo Butterball: del congelador al horno

Gracias a la propuesta de Butterball, decir adiós a la descongelación es una realidad. Tampoco tendrás que preocuparte por menudillos ni carnes crudas. Este método promete otorgar más tiempo para estar con los tuyos y menos estrés en la cocina. Además, el pavo ya viene pre-salado con agua, sal y especias, así que los condimentos adicionales son opcionales.

El secreto está en una salmuera especialmente formulada que asegura que el pavo mantenga su jugosidad durante el asado. Según Butterball, esto garantiza que su pavo sea delicioso y tierno, preservando la calidad característica de sus productos.

Cómo cocinar el pavo congelado de Butterball

El proceso para cocinar este pavo es sencillo y rápido. En total, el método debería tomarte alrededor de cinco horas desde el comienzo hasta el final, aunque el tiempo exacto puede variar dependiendo del tamaño del pavo y el tipo de horno que utilices.

A continuación, te mostramos los pasos a seguir para su preparación:

  • Precalentar el horno a 350°F.
  • Retirar el pavo del empaque exterior y enjuagar la bolsa interior con agua fría, masajeándola para aflojarla antes de retirarla.
  • Colocar el pavo en una bandeja de asado de 3 pulgadas de profundidad, con el pecho hacia arriba, y aplicar aceite.
  • Opcionalmente, añadir condimentos adicionales.
  • Colocar la bandeja en el centro del horno.
  • Asar el pavo, cubriendo el pecho con papel de aluminio después de cuatro horas, hasta que la temperatura interna alcance 170°F en el pecho y el muslo.
  • Dejar reposar el pavo durante unos 30 minutos antes de cortarlo y servirlo.

Es importante recordar que aunque este pavo está diseñado para cocinarse congelado, la FDA indica que es seguro cocinar cualquier pavo desde congelado siempre que alcance al menos 165°F. Sin embargo, esto podría requerir hasta un 50% más de tiempo de cocción. Además, Butterball aconseja no rellenar el pavo antes de cocinarlo.

El pavo tiene un peso que varía entre 10 y 14 libras, lo que lo hace ideal para servir a seis u ocho personas. Si tienes un grupo más grande, quizás quieras considerar un pavo de mayor tamaño. Para encontrar este producto en una tienda cercana, puedes utilizar el localizador de tiendas de Butterball.

“Simplificar la vida no es perder calidad, sino encontrar la esencia de lo que realmente importa”, podría decirse que esta filosofía se aplica perfectamente a la innovación culinaria presentada por Butterball con su pavo que se cocina directamente desde el congelador. Este lanzamiento podría ser un antes y un después en la preparación de cenas de Acción de Gracias, liberando a las familias del tedioso proceso de descongelación y preparación.

La promesa de Butterball de un pavo jugoso, tierno y sabroso, sin el esfuerzo tradicional, no solo es un alivio para los cocineros novatos, sino también una invitación a repensar nuestras tradiciones culinarias. ¿Es posible que, en el afán de mantener vivas las tradiciones, hayamos olvidado que el verdadero significado de estas celebraciones reside en compartir y disfrutar con nuestros seres queridos, más allá de la complejidad de los platos que servimos?

Este pavo, que promete estar listo en aproximadamente cinco horas sin necesidad de descongelar, podría no solo cambiar la forma en que preparamos nuestras cenas festivas, sino también cómo valoramos el tiempo y la calidad de lo que compartimos en nuestra mesa.

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